La maldición está puesta
todo caerá entre tus manos,
el aire acaricia la luna
y el cielo huye del hueco oscuro; hermoso.
Mi espíritu camina
y entre pasos suspira,
¿será el amor por cuál respira?
o quizás...¡la venganza la apacigüa!.
No llores luz del día
todavía te espera la noche,
si quieres recostarte
no ansies con malicia.
El fuego del amor;
la noche está eterna contigo.
Vaga mi alma triste,
mas mi espíritu aún camina
y camina y suspira, y gime:
mi corazón late y parará algún día.
El aire vuela,
el viento sopla,
el sol, la luna,
el cielo y la tierra;
La maldición está puesta.
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